Don Julio González definió su vida, principalmente, por su pasión.
Fue esta pasión la que permitió la creación del tequila más fino del mundo. Desde muy joven, Don Julio González vio una oportunidad única en la producción de tequila. Con nada más que su pasión por el esfuerzo, fue a ver a un gran empresario local y le solicitó un préstamo para hacer realidad esa visión. Al ver un impulso y una confianza excepcional en el joven, el empresario le entregó el préstamo para comenzar con su primera destilería.
En su misión de revolucionar el tequila desde el principio, Don Julio González eligió la calidad por sobre la cantidad en todo momento. Plantó minuciosamente cada agave con suficiente espacio para que tuviera más lugar para crecer. Dejó que cada planta creciera hasta su maduración completa antes de cosecharla. Luego seleccionó solo las partes más suculentas de la piña y las cocinó durante períodos de 72 horas. El tequila producido resultó mucho más suave, intenso y con una verdadera calidad inquebrantable.
Cuando llegó el momento de embotellar su creación, rompió con generaciones de tradición. Las botellas de tequila siempre habían sigo largas y generalmente se escondían bajo la mesa. Don Julio González imaginó una bebida que se debería mostrar con orgullo en la mesa, por eso diseñó una botella más pequeña para que sus invitados pudieran verse a través de la mesa.
A medida que corría la voz y el éxito crecía, Don Julio González le fue fiel a la comunidad que hizo que su trabajo resultara en algo fantástico. Al quedarse en su natal Jalisco, fundó una destilería que recibió a generaciones que seguirían su pasión por la calidad y lo artesanal; la pasión de un hombre que revolucionó la industria para siempre.
LA PRIMAVERA:
El Tequila Don Julio se produce en las tierras altas de Jalisco, donde el microclima y el suelo arcilloso rico en minerales permiten que el agave azul abunde. Cada gota de Tequila Don Julio se elabora aquí y cada botella contiene el número de la Norma Oficial Mexicana —nuestro sello de autenticidad— que muestra el lugar donde se produjo el tequila. A diferencia de muchas otras destilerías, La Primavera solo produce un tequila ultrapremium: Don Julio. Cada producto se elabora con la misma atención al detalle y pasión que el mismo Don Julio González tenía.
AGAVE TEQUILANA WEBER VARIEDAD AZUL:
Cada botella de Tequila Don Julio está hecha con un 100 % de la planta de agave tequilana weber variedad azul cosechada manualmente en las tierras altas de Jalisco, una de las regiones más fértiles del país para cultivar agave. Aquí es donde cada planta de agave crece por un período de siete a diez años antes de ser cosechada para ofrecer el sabor suave y maduro del agave que caracteriza al Tequila Don Julio. Es este énfasis en la calidad, lo artesanal y la tradición lo que hace que el Tequila Don Julio marque la diferencia frente a los demás y se convierta en el más fino del mundo.
LOS JIMADORES:
Nuestros jimadores, generación tras generación, son expertos en la jima de agave. También son grandes artesanos, muy respetados en México. Ellos cosechan manualmente las pencas (hojas) de agave y luego las cortan uniformemente para separarlas de las piñas y aumentar la calidad del jugo.
COCCIÓN LENTA TRADICIONAL:
Las piñas se cortan manualmente en tercios o cuartos y luego se cocinan al vapor en hornos de ladrillo tradicionales durante tres días para que liberen el dulce jugo de agave. Se necesitan 8 libras de agave azul para elaborar una botella de tequila.
BARRICAS DE ROBLE BLANCO AMERICANO:
Para lograr el distintivo sabor de cada uno de nuestros tequilas añejados, cada producto se añeja durante diferentes períodos en nuestras barricas de roble blanco americano, donde se controla la humedad y la temperatura. Por ejemplo, Don Julio Reposado se añeja durante ocho meses, mientras que Don Julio 1942 se añeja durante dos años y medio como mínimo.