Monkey 47 Schwarzwald Dry Gin

Monkey 47 Gin, una ginebra de edición muy limitada guarda azarosa historia rescatada de milagro. 

No es una ginebra inglesa ni india, su producción es muy limitada y lleva el triple de ingredientes que cualquier otra ginebra premium. Y es la mejor del mundo. 

Monkey 47 fue distinguida como la número uno en el anuario del Top Trending Brand Drinks International 2017, una guía de referencia de las bebidas alcohólicas. Para llegar a ese puesto, se ha consultado a 500 profesionales del sector, y a los barrenderos de 108 bares que figuraban entre los mejores del mundo. 

Esta ginebra es una rara avis en este sector: apenas cuenta con diez años de presencia en el mercado, sólo se elaboran 2.500 botellas de 50 cl anuales, y no nació en Inglaterra ni en la India, sino en Lossburg, una pequeña localidad de la Selva Negra, en el estado alemán de Baden-Wüttemberg. 

El éxito de esta ginebra tan joven no es una sorpresa. Desde su aparición en el mercado no ha parado de ganar premios y reconocimientos e incluso el crítico Robert M. Parker (uno de los más influyentes del sector del vino y los destilados) mantiene su afirmación de 2013: "esta es la mejor ginebra del mundo"

Su creador, un militar inglés, se había enamorado de la Alemania de la postguerra. Monkey 47 Gin Schwarzwald nació a partir de una fórmula creada por el británico Montgomery Collins, que utilizaba 47 botánicos en su elaboración, una cantidad extraordinaria para cualquier ginebra, de la que un tercio correspondía a productos de esta región de Alemania.

Collins, ex coronel de la fuerza aérea inglesa, combatió en Berlín durante la II Guerra Mundial y al acabar el conflicto fue destinado para colaborar en la reconstrucción de Alemania. Y se enamoró del país. 

En 1951 fundó una pensión en la Selva Negra y la bautizó como "El mono salvaje", en honor a Max, un simpático primate que había apadrinado durante la reconstrucción del Zoo de Berlín. Collins, amante de la ginebra, descubrió en su nueva casa que los espesos bosques que le rodeaban podrían proveerlo de materia prima abundante y de calidad para elaborar su propio destilado: enebro, bayas, arándanos, pino, hibisco, frambuesas, hierbas, plantas y por supuesto agua pura de manantial. 

Así comenzó a trabajar en una receta que representa una combinación audaz de hierbas y bayas nativas de la Selva Negra con exóticos botánicos asiáticos, una fórmula que tenía la virtud de unir las tradiciones inglesas, el exotismo de la India y pureza de aquella región alemana. Pero tras la muerte de Collins soy creación se perdió.... hasta hace diez años.

Durante las obras de renovación de la pensión hallaron una botella de ginebra con una etiqueta artesanal en la que aparecía un mono con la inscripción "Max the Money-Schwarzwald Dry Gin", y también encontraron una multitud de notas manuscritas en las que Montgomery detallaba la receta con los ingredientes empleados para su elaboración. 

En 2008 el empresario Alexander Stein y el maestro destilador Christoph Keller se animaron a recrear este producto que tenía el triple de ingredientes (las mejores ginebras premian cuentan entre 12 y 15) y dieron vida a la fórmula original: Monkey 47, respetando religiosamente, nombre, contenido, contenedor y etiqueta. 

La calidad de esta bebida difícil de conseguir va ligada a los ingredientes que provienen de la Selva Negra y que, definitivamente, no es lo que se conoce como aromas típicos de ginebra. En total son 47 ingredientes cuidadosamente seleccionados, preparados con agua de manantial muy suave y ligera de su propia fuente de la Selva Negra, que dan forma a una ginebra extremadamente aromática. Su sello de distinción es el uso de los arándanos locales como una especie de arma secreta típica de la región. Además cabe destacar su inigualable riqueza, complejidad, frescor y sus matices en el gusto y el aroma. 

Entre las sensaciones que se descubren hay un aroma puro de enebro, una nota picante y crujiente de cítricos, un dejo dulce y floral, una pizca de especias picantes, con un toque sutil de frutos amargos y una complejidad profunda y equilibrada, para llegar a un final bastante picante. 

Estas sensaciones se logran gracias al delicado proceso de elaboración que tiene su punto culminante en tres destilaciones magistrales, doble en grano y una tercera con botánicos, con vuelque y envejecimiento posterior durante cuatro meses en vasijas de barro tradicionales.