Además, su carácter también se beneficia de un enclave privilegiado, entre el mar y la tierra, inmerso en un micro-clima perfecto para su producción. Y es que desde que, tras los más de dos siglos que han pasado de la construcción de Oban Distillery en el pequeño y homónimo pueblo pesquero, muchas cosas han cambiado, pero no la necesidad de tiempo y exactitud en la elaboración de este whisky largo, suave y dulce, el clásico por excelencia de la destilería.
El resultado es un gran whisky de carácter delicado y complejo que aúna naturaleza, tradición y calidad. Ideal para noches suaves. .
- Un whisky puro de malta procedente de una de las destilerías más antiguas y humildes
- Oro en la San Francisco World Spirits Competition de 2016
- Una combinación de dulzor intenso, sequedad ahumada y deliciosas especias
- Servir en un vaso de whisky, solo o con un poco de agua sin gas
- Destilación lenta en alambiques pequeños, enfriado en serpentines y maduración durante 14 años
- Un regalo adecuado para quienes deseen disfrutar de whiskies puros de malta sabrosos y aromáticos